eLearning en la Cuarta Revolución Industrial
Los procesos educativos se transforman a la
misma velocidad que las nuevas tecnologías. El autor de este texto analiza las
tendencias actuales del 'eLearning' y ofrece sus recomendaciones para que las
instituciones educativas se preparen para el futuro.
La cuarta revolución industrial ya está aquí
y está empezando a desarrollar una nueva clase de estudiantes: gente
creativa, curiosa, capaz de concebir e implementar nuevas ideas para enfrentar
los retos que emergen con la llegada de nuevos conocimientos, nuevos
modelos de negocio y nuevas formas de aprender.
La educación para toda la vida supone la
existencia de una capacidad de aprendizaje autónoma, continua y ubicua,
independiente del medio y sin la fricción de un intermediario ni de un espacio
definido. La educación virtual empezó a emerger
en décadas pasadas como un camino hacia el aprendizaje del futuro. Primero como
un complemento a la educación presencial y luego como el mecanismo por
excelencia para acercarse a múltiples conocimientos locales y globales. La
Tierra se aplanó también para la educación y es por ello que hoy una gran
cantidad de estudiantes prefieren matricularse en cursos que se ‘dictan’ en la
aldea global.
Las soluciones de eLearning continúan siendo la primera opción
para estudiantes, instituciones educativas, organizaciones y profesores en su
deseo de incorporar interacciones asincrónicas no presenciales, de manera
sencilla y flexible. Sin embargo, su futuro no será tal y como lo
conocemos: revisemos su presente y cómo se están transformando.
Plataformas al tablero
En la actualidad es frecuente encontrar la siguiente receta: una institución instala un conjunto de cursos en línea usando una
plataforma de eLearning. Las más utilizadas son Moodle, que es sencilla,
gratuita, de código abierto y permite habilitar aulas virtuales de manera ágil.
También son frecuentes las instalaciones de Blackboard, el líder de las
plataformas pagas, que es bastante robusta, práctica, orientada a gran cantidad
de estudiantes y tiene un costo por alumno o por curso. También se puede usar
D2L y su producto BrightSpace, una plataforma relativamente nueva y de
interesante crecimiento, que ofrece facilidades para producir y consumir
contenidos educativos virtuales en una experiencia que encanta a los millennials.
Y existen algunas otras de menor participación pero que han llegado para
quedarse: CANVAS LMS, SAP Litmos, Docebo, TalentLMS.
Adicionalmente a los costos del software, se requiere invertir en
servidores, bases de datos, redes y canal de internet. Estos costos dependen del tamaño de la comunidad estudiantil y es
fundamental que funcione sin fallas, que sea rápida y satisfaga las
expectativas de los usuarios.
Para no hacer inversiones de hardware y software se puede contratar
un servicio en línea que se opera en la nube y se paga todo el paquete por un
valor por estudiante. Este modelo libera mucho capital y transfiere
las inversiones a los proveedores del servicio. No requiere especialistas en
tecnología y se pueden empezar a implementar los cursos de inmediato.
Reviewed by Andrea Ramos
on
abril 18, 2020
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